El pasado 26 de febrero fui invitada a una reunión convocada
por una web de alquiler de apartamentos de lujo y con “mucho” arte, Estancias
con Arte, que tendría lugar en uno de sus apartamentos y donde nos invitarían a
un vino y a participar en el sorteo de una noche de estancia en uno de ellos, “para poder experimentar de
verdad una Estancia con Arte”. Me llamó la atención y me pareció que podía ser
algo simpático y entretenido, así que se lo comenté a Emilia, una amiga tan
curiosa e inquieta como yo y alli fuimos las dos el dia de la cita.
Llegamos las primeras (puntualidad inglesa) y fuimos
recibidas por Maria, Cristina e Ingrid, las cuáles nos invitaron a recorrer el
apartamento, respondiendo a nuestras preguntas interesadas y curiosas, y
atendiendo al resto de los invitados que iban llegando. A lo largo de nuestra visita
nuestras anfitrionas iban diciendo a la gente, según iban llegando, que iba a
tener lugar un sorteo en el que el ganador podría disfrutar de una noche de
estancia en uno de los 16 apartamentos con los que cuenta, según la
disponibilidad que tuvieran, e ibamos dejando todos nuestras papeletas dobladas
en un cuenco, con nuestro nombre escrito y nuestra contestación a la pregunta
del sorteo, que consistía en elegir una de entre cuatro fotos que tenian
colgadas y que habían sido tomadas en 4 de sus apartamentos, adivinando cuál de
ellas correspondía a un apartamento determinado.
En total nos habíamos reunido unas 10 personas, pero poco a
poco la gente se fue marchando, hasta que sólo quedamos Emilia y yo, y después
de un rato decidimos irnos también, no sin antes preguntarlas si iba a tener
lugar finalmente el sorteo (francamente no vimos, por su parte, muchas ganas de
realizarlo, dado que habían dejado que se fueran el resto de los invitados, sin
que hubiera tenido lugar).
Nos contestaron que si, que claro que se hacia y pidieron a
Emilia que fuera la mano inocente que eligiera la afortunada papeleta, y aunque
ella se negó en un principio, finalmente accedió a cogerla, y la papeleta
afortunada resultó ser ¡la mia! lo cuál nos hizo mucha ilusión. Así que nos
hicimos una foto para inmortalizar el momento, con la cámara de ellas y con la
mia (que yo suelo llevar encima, casi siempre, como buena aficionada a la
fotografia que soy) y nos fuimos tan contentas con la experiencia y también decidimos
que ya que habíamos ido juntas, el premio lo compartiríamos y lo disfrutaríamos
las dos, sin novio ni marido.
Al dia siguiente decidimos que podíamos disfrutar del premio
ese mismo fin de semana (¿para qué dejarlo enfriar? ¿y si nos daba un yuyu a
alguna de las dos y no lo podríamos disfrutar? nunca se sabe…….), así que le
envié un correo a Ingrid (la encargada de las reservas), al que me contestó
poco después diciéndome que ese fin de semana estaban todos los apartamentos ocupados
(qué casualidad…….).
Volvimos a pensar en una nueva fecha y compaginando agendas
(Emilia trabaja muchos fines de semana) decidimos que sería ideal disfrutar del
premio la noche del viernes 8 de marzo (si, el Dia de la Mujer Trabajadora,
¡qué mejor fecha, para darnos un pequeño homenaje que nos merecíamos como dos
estupendas trabajadoras que somos!). Nuevo correo a Ingrid con la nueva
sugerencia, asegurándome antes en su web de que estaba libre el apartamento que
queríamos. Contestación de Ingrid de que esa fecha estaba bien y citándonos a
hablar de nuevo la siguiente semana. Así lo hice a mediados de la semana, para
ver como y de qué manera lo organizaríamos.
Y un dia despues (justo el dia anterior de nuestra estancia),
llegó la contestación de Ingrid pidiéndome que le diera el DNI porque habia que
hacer un contrato legal (aunque fuera un regalo y fuera por una sola noche….) y
de paso, me preguntaba que cómo haríamos el tema de la fianza, que mi banco
tendría que hacer una preautorización. Mi respuesta: ¿¿fianza?? ¿¿qué fianza??
Respuesta de ella: si, es que tenemos la politica de que toda la gente que entra
alquilada en alguno de nuestros apartamentos debe de pagar una fianza, por si
rompen algo. Y resulta que la fianza del apartamento que habíamos elegido era
de…..¡1000 euros! Por supuesto, nos pareció una tomadura de pelo. Un regalo es
un REGALO. Nosotras no habiamos reservado nada, simplemente queríamos DISFRUTAR
de nuestro prometido REGALO, y en un regalo no se piden datos bancarios
¿verdad?....... porque sino, puede sonar a “otra cosa”.
En fin, ciertamente no hemos podido experimentar lo que es
de verdad una estancia con arte (debe de ser una experiencia sólo apta para
unos pocos privilegiados), pero lo que si hemos experimentado es la poca seriedad y profesionalidad de
estas personas, por no tener ningún
interés en hacer el sorteo, a pesar de haberlo ofertado en la invitación, y
sobre todo, por no haber avisado de las condiciones el mismo dia en que se
realizó, de que realmente de regalo nada, y de que si tenías la suerte de que
te tocara, debías dejar una alta fianza para poder disfrutarlo. Si lo hubieran
dicho así de clarito, seguramente su maravilloso premio se hubiera quedado
desierto……. (que igual es lo que se pretendía, si no hubiera sido porque estas
dos a las que les tocó son tan, pero que tan, curiosas y serias……….). Porque después
de todo lo anterior, lo único que podemos pensar es que este tema del premio no
era más que un gancho, nada más que eso.
Esta entrada la hemos escrito con el objeto de informar sobre como se
funciona en Estancias con Arte, para que quede constancia de la falta de
profesionalidad y seriedad de las personas que trabajan en esta empresa
(insisto de nuevo en estos términos, porque para nosotras son dos
características muy importantes, que valoramos mucho en la gente con la que nos
relacionamos en nuestra vida diaria), para que no engañen y no le hagan perder
su tiempo a nadie más (porque si ellas no valoran su tiempo y lo pueden perder tranquilamente, no es nuestro caso, porque a nosotras no nos sobra) y para que se piensen
mejor las cosas la próxima vez (aunque me pregunto si habrá una próxima vez y si realmente piensan seguir
anunciando la realización de otro sorteo en futuras invitaciones).
Si lo que pretendían era que renunciáramos al regalo, lo han
conseguido. Y es una verdadera lástima, porque de haber podido disfrutarlo, como
era nuestra ilusión, esta entrada hubiera resultado muy diferente.
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