Es curioso fijarse un poco en el origen de algunas de las cosas, consideradas como típicamente madrileñas, porque veremos que en su origen no fueron nada madrileñas. Por ejemplo.....
El famoso mantón de Manila, que no podía faltar en ninguna fiesta y verbena que se preciara, procede de China.
El organillo, con su sonido tan inconfundible, procede de Nápoles.
El chotis (¿qué más madrileño que un chotis?) parece que tiene su origen en el schotis o baile escocés.
La kermesse (una verbena de barrio) es una fiesta que proviene de los Paises Bajos.
Las acacias, tan abundantes en las calles de Madrid, proceden de Estados Unidos
¿Y la Cibeles, el símbolo por antonomasia de Madrid? pues es una diosa....... frigia (o sea, de una región de la actual Turquia).
Curioso ¿no?
Total que propio no tiene ni el nombre que proviene de los árabes.
ResponderEliminarUn saludo
Tienes razón Helio, otra cosa más que añadir a la lista. Aunque si lo interpretamos en un sentido más positivo, podríamos decir que esto demuestra una característica positiva de los madrileños y es lo abiertos que somos con todo lo que venga de fuera ¿no te parece? Un saludo,
Eliminar¡Es lo bueno que tenemos!
ResponderEliminarEstamos abiertos a lo mejor de cada sitio, y si nos gusta... somos capaces de tomarlo como nuestro!
¡VIVA MADRID! :)