Por tercer año consecutivo el Mercadillo del Gato ha
preparado una espectacular Edición Especial de Navidad. Con más de 100 expositores en rotación para que cada visita sea única. Moda, artesanía,
joyería, moda, decoración, cosmética, bisutería, complementos, moda infantil, coleccionismo...
Del 2 de diciembre al 5 de enero en el C. C. de los
Ejércitos (antiguo Casino Militar), en Gran Vía 13, Madrid. Dos plantas llenas
de lo mejor de la Navidad. Y con la presencia de Aldeas Infantiles, para que
ningún niño se quede sin Navidad.
De periodicidad mensual, este mercadillo, alojado en
edificios singulares de la capital madrileña, pero con vocación viajera,
incluye a expositores de toda condición y para todos los gustos.
Por cierto ¿sabes por qué y cuál es el origen del apodo de
"gato" para referirse a un madrileño?
Gato es aquel madrileño cuyas últimas tres generaciones
de padres y abuelos son naturales de Madrid (sino, tan solo es un
"minino"...). Pero... ¿por qué a los habitantes de la Villa se
les llama "gatos"? No es porque arañen o sean ariscos (no, para nada,
jejejej), sino por una bonita historia, donde destaca la agilidad e intrepidez
de un madrileño que asaltó una fortaleza enemiga trepando por su muralla.
Cuenta la leyenda que en 1085 Magerit estaba bajo dominio
árabe y rodeada de una gran muralla difícil de derribar. El Rey Alfonso VI
quería conquistar la Villa y llegó a ella con sus tropas y un grupo de
madrileños que se unieron en dicha conquista. Así, un día de mayo al amanecer,
se acercaron en silencio a una de sus puertas fortificadas y uno de estos
madrileños, utilizando tan solo una daga, escaló la muralla con la misma
agilidad que la de un gato. Una vez arriba, quitó la bandera árabe y puso la
cristiana, consiguiendo reconquistar la ciudad.
Al soldado le apodaron "gato" y el rey, asombrado
por su destreza y en honor a esta hazaña, le cambió el apellido por el de Gato,
convirtiéndose en una de las familias más ilustres de la ciudad. Después,
cuando la historia se convirtió en leyenda, dicho apodo sirvió para denominar a
cualquiera que hubiese nacido en Madrid, durante más de tres generaciones.
Todavía hoy el "Callejón del Gato" hace referencia a Juan Álvarez
Gato, uno de los descendientes del soldado y también poeta de la Corte del
siglo XV.
Otra leyenda nos cuenta que en la época cristiana había
puertas por las que había que pagar tasas o peajes para entrar en la ciudad,
por lo que, los más hábiles escalaban el muro como auténticos felinos.
También es sabido que los tejados del Barrio de los Austrias
eran un buen hogar para estos felinos. Se decía que en Madrid las ratas no
entraban porque los gatos las exterminaban.
En la actualidad, los madrileños tienen muchas
características en común con los gatos, ya que ambos son curiosos, discretos y
desconfiados, siempre al acecho de lo que pasa y manteniendo las distancias.
Por otra parte son muy listos y les encanta disfrutar la vida, tanto diurna
(con una buena siesta) como nocturna (con un buen paseo por Madrid).
Asi que, hasta el 5 de enero, de lunes a domingo y en
horario ininterrumpido de 11:00 a 21:00 horas (¡y seas o no gato!)
tienes una visita que no debes perderte, para conocer el Mercadillo del Gato.
Entrada libre y gratuita.