Bajo el toldo |
Quedan pocos dias para que la exposición Sorolla y Estados
Unidos se acabe y sería una auténtica pena no poder disfrutar de ella, ya que
en los casi 150 obras expuestas (entre lienzos, bocetos, gouaches y dibujos)
hay algunas obras nunca vistas antes en España y que alguna de ellas será dificil poder volver a verla, como la de El bote blanco, por pertenecer a un coleccionista privado; así como numerosas obras que el
artista presentó en sus muestras americanas, adquiridas por museos y
coleccionistas estadounidenses.
La muestra, organizada por el Museo Meadows de Dallas, el
Museo de Arte de San Diego y la Fundación Mapfre, con la contribución de la
Hispanic Society of America, y el apoyo de The Meadows Foundation, llega a
Madrid después de recorrer parte de Estados Unidos.
Tras haber conseguido todos los premios y honores a los que
un pintor de su época podía aspirar, Sorolla se fue en busca de nuevos retos,
al otro lado del charco, realizando su primera exhibición en Nueva York, en la
Hispanic Society of America, bajo cuyo patrocinio fue presentando sus trabajos
en varias ciudades americanas como Boston, Chicago, Buffalo o San Louis.
Paseo del faro |
El bote blanco |
Despues del baño |
Los americanos quedaron atrapados con la fuerza de sus
pinturas, los coleccionistas amaban sus grandes escenas de playa, sus patios y
jardines. Su popularidad como retratista también fue sobresaliente, llegando a
retratar a las personalidades más influyentes de la sociedad americana, desde
la familia Morgan hasta William Howard Taft, entonces presidente de los Estados
Unidos
Sorolla (1863-1923) fue un pintor, tanto de la vida rural y tradicional,
como de la moderna y cosmopolita. Sus bocetos y apuntes realizados desde las
ventanas de hoteles norteamericanos entre 1909 y 1911, tal vez sean los más
apasionantes de la exposición. Al igual que los dibujos hechos en los mismos
menús de los restaurantes a los que iba, en los cuáles retrataba a los
comensales que tenía a la vista.
Por cierto, no os perdáis las notas escritas en un panel a la entrada de la exposición, donde los niños que la han visitado exponen sus opiniones sobre ella. Realmente simpático y muy divertido. Y recomiendo muy especialmente también el apuntarse a alguna de las visitas guiadas,que se realizan de lunes a jueves, a las 16:00, 16:30, 17:00 y 17:30 (hay que estar una hora antes para coger número).
La exposición está hasta el 11 de enero de 2015 en la
Fundación Mapfre de Madrid. (Paseo de Recoletos, 23).
Entrada gratuita.
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