Amalia Avia Peña (1930 - 2011) pasó su infancia y primera juventud entre Madrid
y el pueblo de Toledo donde nació, marcada por el dolor de la guerra. Su
carrera como pintora empieza en los años 50 en el estudio de Eduardo Peña en
Madrid. Conoce en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, a muchos de sus amigos y posteriores compañeros de
generación como Antonio Lopez Garcia y Lucio Muñoz,
con el que se casó en 1960.
Realizó su primera exposición individual en la Galería
Fernando Fe de Madrid. En 1964 entró en la legendaria Galería Juana Mordo, y en
1972 en la Galería Biosca, ambas de Madrid. Participó en numerosas exposiciones
sobre el realismo español por todo el mundo.
En 1978 se le concedió el premio Goya de la Villa de Madrid.
En 1992 se celebra una gran exposición ("Otra realidad. Compañeros en
Madrid") sobre el grupo de amigos, tanto realistas como abstractos que
surgió en torno a la Academia de Bellas Artes de San Fernando.
En 1997 realizó una gran exposición antológica en el Centro Cultural de la Villa de Madrid y se le concede la Medalla del Mérito Artístico del Ayuntamiento de Madrid.
En 2004 publica sus memorias "De puertas adentro",
con notable éxito en el mundo del arte.
Su pintura realista se centra principalmente en la ciudad de
Madrid, de las que retrata sus calles, sus comercios, las fachadas deterioradas
por el paso del tiempo. La primera época de su pintura tiene un componente más
social, con presencia de la figura humana, que poco a poco va desapareciendo. En
los años ochenta empieza a trabajar también en interiores. A su obra sobre
tabla hay que añadir una larga trayectoria como grabadora.
Sobre su obra han escrito, entre otros muchos Camilo José Cela, Francisco Umbral o Francisco Nieva. Camilo José Cela dijo de
Amalia Avia que es la pintora de las ausencias, la amarga cronista del
"por aquí pasó la vida marcando su amargura e inevitable huella de
dolor".
Y en este año 2013 el director de escena José Carlos Plaza decidió homenajear a Amalia Avia inspirándose en sus
pinturas para crear la escenografía de las zarzuelas “Los amores de la Inés” de Manuel de Falla y “La verbena de la Paloma” de Tomás Bretón,
con las que se inauguraba la temporada en el Teatro de la Zarzuela de Madrid.
Y precisamente, coincidiendo con estas representaciones, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando acaba de inaugurar hace una semana, una exposición con obras de la pintora,
que estarán allí hasta el 10 de noviembre.
Me encanta ver ese tipo de pintura, los que no sabemos pintar nos limitamos a fotografiar esos establecimientos madrileños que aun conservan su estructura de hace mas de un siglo.
ResponderEliminarSaludos.
Tienes toda la razón Helio, lo nuestro no tiene nada que ver, pero al menos disfrutamos cuando descubrimos algunos de esos lugares anclados en el tiempo e intentamos plasmarlos con nuestras cámaras.
EliminarUn saludo y que sigas disfrutando del puente,